11 de agosto del 2003. Pueblo Dogón

 

Nos despertamos con una temperatura muy agradable, desayunamos estupendamente y nos vamos a 3km a ver el museo Dogón, etnia que habita esta zona. Como está cerrado y tienen que traer la llave, nos vamos antes a ver una antigua población donde vivía esta etnia en el siglo XIV. Al ser una cordillera, las primeras viviendas se construyeron en oquedades de la pared de roca, cerrándolas con paredes de ladrillo cocido. Posteriormente, bajarían los poblados a la zona del valle entre unos frondosos árboles por mayor comodidad.

El pueblo que vivía en los acantilados se llamaba THELEME. Actualmente, sus casas las usan de necrópolis y, la verdad, olía bastante mal. 

Los Theleme fueron expulsados por los Dogones que bajaron a esta zona hace unos cuantos siglos huyendo de la islamización. Finalmente, hace 50 años también este pueblo fue islamizado.

Hay tres categorías de pueblo Dogón:

n  Los de la meseta

n  Los del acantilado

n  Los de la llanura

Realizamos un interesante trecking con vistas sobrecogedoras, aunque tenemos algún problema con el calzado. 

A la bajada visitaremos finalmente el museo Dogón, que está muy bien cuidado. Tiene varias salas dedicadas a los guerreros, las mujeres o la escuela. Vemos por ejemplo un instrumento que usan para saber la edad que tienen, al que cada año ponen una cuerda nueva. Para pedir la lluvia realizan un rito en el que los hombres se visten de mujeres y las mujeres de hombres, colocándose un pene de madera en la cintura. Antiguamente utilizaban un calendario distinto al nuestro. La semana era de 5 días, el año de 10 meses y el siglo de 60 años. Compramos un tótem de madera como el que utilizan los ancianos.

Tras esta visita, partimos hacia DJENNÉ. Es una panzada de 282 km con escasas paradas. Llegamos a las 2.30h, tras haber cruzado el río en un transbordador.

Como no había sitio en el campamento que había al lado de la mezquita, tuvimos que ir a dormir al hotel, cerca del río, que se encontraba rodeado de basura.

No paraba de llover.

Comimos en un restaurante al lado de la mezquita un pollito algo esquelético, pero buenísimo y, por una vez y sin que sirva de precedente, con verduritas!!!

Por la tarde realizamos la visita panorámica a la ciudad, donde no puede faltar el mercado y la gran mezquita!!

Djenné fue fundada en el siglo IX y muestra una homogénea y elaborada arquitectura de adobe con ventanas de madera al estilo musulmán. Tanto las casas como la mezquita se arreglan anualmente antes de la estación de lluvias, pues el barro es un material que protege bien de las inclemencias, pero se deshace con facilidad, tal y como lo comprobamos al poner las manos en las paredes de las edificaciones. La mezquita es un claro ejemplo de la arquitectura “sudanesa” (aquí nos enteramos que es así como se llama lo que nosotras consideramos arquitectura maliense). En 1907 se tiró y se volvió a construir.

Disfrutamos un rato del mercado y de sus gentes y nos vamos a cenar al hotel unos ricos espaguetis. Esta norche dormimos regular por el calor.